La tuberculosis (TB) continúa siendo un problema de salud pública a escala mundial. La incidencia de todas las formas de TB es alta en el mundo, aunque son notificados menos de la mitad de los casos. También la mortalidad es elevada, constituyendo la enfermedad de origen infeccioso que en el mundo produce mayor cantidad de muertes anuales en adultos.
Las Naciones Unidas incluyeron a la TB entre las enfermedades que los países deben comprometerse a controlar, estableciendo como uno de los Objetivos para el Desarrollo del Milenio (ODM) la necesidad de reducir la morbimortalidad para 2015, compromiso asumido por todos los países miembros, incluida Argentina, firmado en la sede de las Naciones Unidas en New York, Estados Unidos de Norteamérica, en septiembre de 2000.
Para alcanzar este objetivo es necesario reforzar las acciones destinadas a lograr que toda la población, especialmente aquellas en situación de mayor riesgo de contraer la TB, tengan acceso a las medidas básicas de prevención, detección precoz, tratamiento efectivo y completo, y control de los contactos.
La República Argentina está en condiciones de hacer frente a esta emergencia mundial. Tiene disponibilidad de recursos humanos y materiales suficientes para el diagnóstico, el tratamiento de los enfermos y las medidas de prevención, en forma gratuita en todo el ámbito nacional. Sin embargo, el recambio del personal de salud en todos los establecimientos es muy frecuente y, además, el conocimiento en relación a esta patología está en permanente evolución. Esto hace necesario que el personal de salud tenga acceso en forma permanente a una capacitación que abarque tanto lo programático como lo científico-técnico
- Profesor: Carina Calabrese
- Profesor: Hugo Fernandez
- Profesor: Magalí Aldana Wettstein
- Profesor: Elsa Zerbini